No se me ocurre… ni siendo una perfecta imitadora
Basarme en la visión estratégica del gato, en las pisadas extensas del pterodáctico.
Y saltarme, vaya que sí, esos largos trocitos de lástima.
Ni se me antoja, aun con toda el ansia de mis mariposas hambrientas sobre las tetas;
Salir a cabalgar en los trapiches hediondos a saliva de hombre solo en un bar
Ni gana de mascarme la uña sudorosa con la que te pellizqué la espalda
Ni ganas de estropearme la idea de sentirme hoja vacía en el papelero
(Solo ansias de quedar tetraplejica por el peso inevitable de otro cuerpo sobre el mío)
No se me ocurría, ni aunque tenga unas ganas odiosas de gritar Loteria!,
volver a comprar tus ojitos de trapero.
No. Ni loca… la fatalidad de plantar sonrisas consecutivas mientras nadas en mi encéfalo como si fuese verano.
Ni estancarme en el corredor a ver crecer la escalera del fondo
U ordenar nuestras imágenes en el escaparate de las más gemida a la menos
(No hay tiempo, ni suspiros)
No volver a correr y taparle la boca a los llantos.
Para que? Mejor que hablen y adviertan.
Nada de eso...
Ni escuchar los hilos de las ultimas conversaciones del hasta luego.
Ni cuadruplicar la frondosidad del universo después de haberse levantado (sin mí)
Texto agregado el 20-11-2008, y leído por 91
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