¡ Ayer, fue alegría, un universo de pasión y contento !
Hoy la pesadumbre de la tristeza, opaca los rayos de sus recuerdos.
¡ Ayer fue una mañana justa, de caricias puras y gentiles !
Hoy el ocaso es el único acompañante en el curso de mis días.

¡ Ayer tuve un ángel que me brindaba sus cálidos abrazos !
Hoy estoy sólo, cayendo en un abismo de negrura y desconsuelo.
¡ Ayer podía tocar su cabello, musicales en la brisa !
Hoy la resonancia de su recuerdo me congela los sentimientos.

Ahora, con el pasar del tiempo, cada vez quema más su mirada,
Ya no sé si gritar es la salida a tan cruel fuego que me quema por dentro.
Y cada vez que intento alejar la locura, escribiendo,
Mis ojos se opacan, y siento deshacer en mis adentros,
La furia cruel de tu ausencia.

Me siento en una habitación oscura y fría.
Enciendo una vela.
Y decido que mi alma se extinguirá en tus recuerdos,
A la luz de esta pequeña llama.