Con el llegar de un nuevo día, Rojo se enfrentó a iniciarlo, ahora sí, sin la posibilidad de retomar su historia con Marrón. Ya era tiempo de continuar con la vida, conocer nuevas personas y seguir intentando encontrar el amor. Claramente existía el temor natural de quien pretende salir de una desilusión amorosa y se mezclaba con la presión extra de ser gay y las pocas instancias naturales que se poseen para conocer personas, si bien Rojo utilizaba los chats y el internet para conocer personas, jamás aceptó que Violeta le organizara una cita y recién se que se adentraba en el mundo de los clubs nocturnos, comenzaba a barajar otras opciones de citas. Durante el tiempo que Rojo y Marrón estuvieron juntos y cuando se separaron; Rojo tuvo una pequeña historia con Ocre, también estuvo el “casi” beso que Terracota intentó robarle, el flirteo con Gamboge en LeDisKo y por último, aquel intenso encuentro con el hombre de quién ni siquiera supo su nombre. Aventuras no le faltarían, pero precisamente ese era el problema, Rojo sentía que la vida se le estaba yendo en aventuras y él sólo quería sentir algo más allá, algo real.
Después de la Universidad, Rojo se encontró con Azul, Celeste y Verde. Los cuatro muchachos felicitaron a su amigo por la actitud tomada y continuar con su vida. Ninguno de los tres chicos aprobaría que Rojo retomara una relación con alguien con la reputación de Marrón, ahora sólo bastaba esperar que llegara alguien que sirviera para impulsar a Rojo, a partir de cero, comenzar en blanco.
Tras la genial reunión de los cuatro amigos, Rojo volvió a su departamento, encendió su notebook sin precisar alguna tarea en particular y tras pasar de página en página, terminó en una de las dos en que tenía un perfil, revisó los mensajes de las personas que se interesaban en él y pensó: “Aquí estamos de nuevo” … se fijó en la foto de alguien que deseaba comunicarse con él, le pareció haber visto ese rostro en algún lado y para salir de la duda, le respondió el mensaje …
Después de unos minutos, Rojo ya estaba charlando gratamente con aquél muchacho, al parecer ambos estaban saliendo de una tormentosa relación y eso de, una u otra manera, los conectó. Lamentablemente ambos tenían clases al día siguiente, así que se despidieron deseando charlar prontamente.
Esa fue la primera noche en que Rojo no se durmió pensando en Marrón, su mente estaba en blanco, esperando nuevamente ser ocupada por alguno de los millones de matices que habitan el colorido planeta.
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