¡¡Dulce o travesura mi Niña!!
Así culminaba mi último cuento hace 2 años.
Es difícil volver a escribir después de tanto tiempo sin haberlo intentado siquiera, me lo he pasado buen rato frente al papel sin saber que hacer y solo logro pensar en las cosas ocurridas en todo este período. Veo con alegría el tremendo avance que la mayoría de ustedes los que antes conocí, han tenido, con la cantidad impresionante de obras que han publicado y a todos los nuevos socios de este mundo que se han incorporado. Me he enterado de algunas lamentables partidas de personas muy queridas y que esperaba que aun estuvieran acá. Pero este Universo de letras no es muy distinto al mundo real, en el que todos los días nacen nuevas estrellas que forman sus propios sistemas y otras se extinguen aunque su brillo continúe con nosotros por largo tiempo.
Cuando se es escritor, o en mi caso solo un simple escribidor como más exactamente me siento, te inspira todo lo que a diario te ocurre o le pasa a tu entorno, tienes el talento para contar las cosas cotidianas o para inventarte mundos llenos de colores muy vivos o grises según sean tus días, y yo a pesar de tener un par de increíbles musas de las cuales robar inspiración, creo que mi alma se ha ido apagando y es por ello que no logro sacar nada nuevo desde dentro. Antes cuando el corazón se apretaba solo tomaba un lápiz y papel y todo salía fácil, y a pesar de tener hoy el pecho más apretado que nunca, no sucede lo mismo. Una gran amiga que aún cree en mi me dice que tenga calma y no fuerce las palabras, que ellas saldrán cuando tengan ganas de hacerlo y no antes. Sabio consejo viniendo de alguien que destila talento en todo lo que hace incluso cuando solo se trata de dejar una flor o un vaso de agua en tu hogar.
Respuestas para esto, salvo el tiempo como me dice ella, no hay y solo queda esperar y nutrirme de Ustedes que fue como empezó todo aquí, llegando un día por casualidad, o causalidad si prefieren para descubrir este maravilloso Universo paralelo donde habitan toda clase de seres increíbles, donde una palabra tiene más fuerza que un cañón o donde los sueños habitan por cualquier rincón, y así por ustedes comencé también yo a colgar mis propios relatos en este lugar, y a sentirme un poco parte del alma de todos los ciudadanos de esta ciudad capital.
Es probable que pase un tiempo más antes que vuelva a compartir algo con ustedes, pero este ya en un recomenzar, y tal vez más temprano que tarde pague la deuda con esta buena amiga y pueda volver a decirle quizás
¡¡Dulce o travesura mi Niña!!
M.A.
Con afecto para Lety, que aún espera que salde mi deuda.
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