Cuatrocientas nueve cruzes pintadas en graffitis, diseminadas por todas las paredes.
Puedo imaginar estupideses pero no encuentro la real salida.
Abruptamente comenzaron a soltar hierros con filosas puntas para enseguida comprimir mi cuerpo que irá a ser triturado por las dagas.
(Pantorrillas como pecesistos blancos.
El hueso de pata de gallina saliendo de la boca sin vestigios de estofado) Por fortuna la maquinaria se detuvo a tiempo. Hice como los soldados en las trincheras, impulsandome con los codos,
pasando por debajo de los puñales.
Creo ver, una significativa fuente de luz, estremeciendome de la emoción al intuír que pronto alcanzaré la ansiada libertad.
Pero entonces los Cristos salen de las impresiones dejandos las cruces vacías. Para luego jugar con mi cuerpo haciendome saltar por encima de las cornisas. Yo muevo los brazos como queriendo volar aunque siempre aterrizo dentro de otro lúgubre pasillo, colmado de otros Jesuses que del mismo modo vuelven a pasarme para otro compartimento con más muchedumbre.
En una de las levantadas, parte de un evidente linchamiento, como sostenido por un alfombra mágica, quedo flotando cual nube que se desplaza,
y sin poder evitar contener la emoción comienzo a reír a carcajadas pensando que pronto saldré con vida. Yo les hago pito catalán con el pulgar en la nariz y las manos moviendose como alas que funsionan desacompasadas.
Pero a los pocos metros de navegación volví a caer sobre el conjunto, de repetidos profetas de aquella trasendental religión, que comenzaron a propinarme besos santos en el rostro, cual si fuera un bebe de cuatro años.
(Rayos y centellas. Caracolas marinas, y yo que pensé que me irían a fulminar).
fin.


.............................Clever-up...........................