¡PAZ, MADRE, PAZ!
Y volarán graciosas golondrinas,
Como las que de Cristo las espinas,
Arrancaron con mimo y con presteza
Y besaron, herida, su cabeza…
Y anidarán en tu alma colmenera
Y volarán suspiros a tu espera,
A tu espera de amor al hijo herido
En guerra tan cruel y sin sentido…
Mira, madre, la primavera nueva,
Mira las golondrinas en tu cueva
Y en tu seno de hondura y esperanza,
Donde anida el querer, no la venganza.
Y nacerá, glorioso, un nuevo día,
De flores, de ilusión y poesía.
¡Salve, madre, que el hijo no ha caído…
Vuelve a ti, desde el campo del olvido!
EMILIO - 14 Nov. 2008
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