¡Y lloró, lloró, y, lloró!
Porque a su corazón
nunca, nunca llegó.
¡Y lloró, lloró, y, lloró!
abrota su alma amaneció,
porque en sus labios cual
alquermes, se bebió la pureza
de aquel amor.
¡Y lloró, lloró, y, lloró!
¡Diantre!
Diáfana su alma entrego
al señor que en lejanías
decía amarla con candor.
¡Y lloró, lloró, y, lloró!
Diagramas cartesianos que le muestran
espíritus errantes, que
al rayar de luna india
se unieron sueños, que
en la infinidad de diana
solo ella quiso entender.
¡Diantre!.
*.N.N.*
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