Pudriéndose los dedos en un círculo vicioso, con cara de muertos, dando vueltas en un juego morboso, sonriendo sin dientes. Carcomidos por el tiempo transcurrido, por lo concedido, llevando a cuestas el peso de lo construido. Mordidos por los colmillos de los sabuesos sedientos de miedo, separándonos dedo por dedo.
Perro pasado que en las oscuridades aparece, haciéndonos creer que es por él que la felicidad carece. Ingenua conspiración contra nuestras sienes, continúa modificando nuestro genes.
Muerte absoluta despues del primer mordisco, estaba pronosticado, como el sol de esta mañana y la llovizna de ayer, como la internación de un loco, era como de sangre estar salpicado... asesino y cómplice de hacerte desaparecer.

Perro pasado.