Hace ya algunas semanas, en conversaciones descosidas, armadas con cualquier bebida alcohólica, corazón roto y penas similares... mis amigos, compañeros y desconocidos han suplicado a cualquier dios, a cualquier idiota, el favor de regalarles una varita mágica dizque para volver atrás...
¿Seré yo la única que se queda con lo vivido porque le da flojera devolverse?
...no se, no se, pero ¿por que siempre la solución viene siendo una mágica aparición de una varita con poderes fantásticos?
y después, me toca aguantarme a los borrachos, embelesados, lúgubres, suplicando por algún poder curativo que les devuelva cualquier gota de felicidad, y yo, pasmada como siempre, sin necesidad de alcoholizarme para desear volver a vivir tantas estupideces, pero resignada a la larga por que ya no vale la pena.
...¿seré yo la que perdió el amor por la magia, la última esperanza??
No se... esto me tomará tiempo, una varita mágica que solucione penas de amor, sería el último recurso en mi caso... el último, por que se, que volverás... no hace falta volver atrás... sino, sencillamente apreciarte, mientras te veo venir distante, nervioso, estremecido y pleno de miles de sentimientos que a veces salen disparados para acá... ayer, por ejemplo, me baleó un beso...