Vacío suspira todo aquello que albergo en mis sueños.
Una verdadera tragedia….
Cuando creí que no volvería el amor a encenderse en mi alma monógama, nace ese amor o pasión incomprensible, llena de ilógicas, ese deseo de estar, mirar a un ser de otro planeta, de esa dimensión que es el mundo paralelo de la perfección.
Ahí esta el reto, ese reto de enamorarse de un ajeno a tu realidad, un ajeno a tu vida, un ajeno a tú corazón.
La conciencia esta tranquila, pero los ojos inquietos, los suspiros presentes, pecho macurcado de tanto latir por desear, añorar y sufrir.
Atracción, química, soledad ¿Qué puede ser? Mis pensamientos me recuerdan que existe un camino ya trazado una meta familiar, pero se van cuando mis ojos encuentran, aquel único y perfecto ser, tan lleno de aquello que nunca podré ver, ni compartir, ni sentir, ni pertenecer.
Solo me queda sentir una añoranza vacía y completamente loca, triste y estúpida. Nunca, jamás solo por un tiempo pude ver, solo una vez besar, solo una vez escuchar, solo una vez, solo una vez, solo una vez.
Fueron tus ojos, tu mirada, esa mirada llena de aquello que no buscaba, solo encontraba, solo penetraba, esa mirada que quiere tocar, comprender, compartir, esa mirada que será lo único que compartiremos.
Tu voz se esfumará y me olvidaré de ti con el tiempo, con los días, con aquello que es infalible, temporal y eterno, con la realidad y los hechos.
Así te iras, no te veré, solo recordar, solo suspirar, y como una gran hoguera se consumirá y quedarán la osadía de haberte pensado y tal vez conocido.