¿Mamá? ¿Dónde estás?, ¿hay alguien aquí?

Hace horas que trato de salir de éste cuarto, todos miran, pero no entran. Lo sé, estoy castigada, pero quisiera poder explicar y salir. Si tan solo supieran como me siento. ¡Mamá!, mírame, lamento lo que dije, estoy desesperada, no sé como lo tomaras, de verdad tengo tanto miedo, estoy embarazada… sí lo sé soy una irresponsable, debí pensar más, pero me enamoré, no pensé es cierto, pero tampoco ahora puedo pensar. Di algo, dime algo… ¿Mamá? No llores, es mi culpa, no merezco todo esto, lo siento. No te vayas, por favor, ¡quiero salir! Necesito verlo.

No tengo idea cuánto tiempo ha pasado, sigo aquí dando vueltas, solo tú, Aurora, me acompañas… ¿desde cuándo la tengo?, creo que mi papá me la regaló a los nueve años. Siempre me han dicho que te pareces mucho a mí, pero yo te envidio, tan quieta, tan inocente. Duermo a su lado, de perfil, igual que Aurora, ella es la que sabe mis secretos, la única que no se va.

Mi cuarto tiene solo una pequeña ventana donde apenas puede entrar la luz, me gusta la oscuridad, ayuda a pensar más. Mis padres odian que salga mucho, dicen que todavía soy una niña, ¡tengo quince y todavía sigo siendo su niña! No pude contarles de Adrián, me hubieran prohibido verlo y lo amo. ¿Estarán hablando con él? Tengo que salir de acá, debo decirle que lo amo y lo quiero junto a mí.

¿Quién eres tú?, ¿qué haces en mi cuarto? ¡Mamá!... allí estas, ¿quién es él?, ¡dime!, sé que estás molesta, pero si es un sicólogo no hablaré con él, no estoy loca, solo enamorada, tienes que entenderlo. ¿Qué dice?, claro que mi muñeca está en la misma posición en la que duermo, solo debías preguntar, ¿eso acaso significa algún trastornó?, ¡por favor!, ¿de dónde lo han sacado?, sí acá estoy, ¡qué es lo quieres tú! Claro que estoy molesta, si no me dejan ver a Adrián, quién sabe que le habrán dicho, pobre que lo hayan ahuyentado, no dejaré que lo alejen de mí. Sí, mejor vete, tampoco quiero hablar contigo, la verdad tampoco contigo madre, solo quiero salir de acá, ya fue suficiente, ya aprendí, este es mi problema yo lo voy a resolver, nunca me has ayudado, y creo que tampoco lo harás ahora, no cierres la puerta, ¡déjame salir!

Cuando conocí a Adrián todo en mi mundo cambió. Él es el único que me escucha, acaricia y hace sentir completa, no puedo pasar un día sin verlo, no lo soporto. La cara que puso cuando le dije que tendríamos un bebé, no es lo planeado, pero sería nuestro. Lo sé, un hijo a esta edad no es fácil, solo que con él, todo es tan sencillo. Ahora me dice que se va, no lo puedo entender, que sus padres lo mandan lejos, pues huyamos, le dije. Él no cree que sea lo mejor, yo le creo, mas no quiero que se vaya, debo verlo y evitarlo, me ama lo sé, ¡lo dijo! No importa que digan los demás, no les puedo contar que me ama porque mis padres lo matarían, y sale con otras chicas solo para aparentar, no las quiere.

¿Papá?, ¿qué hiciste?, eres tú quién nos quiere separar, madre no quiero verlo, él solo arruina todo, siempre lo hace, no me mires con esa cara de desaprobación, ya no importa que pienses, igual siempre hago todo mal, ya vete. ¿Qué haces mamá?, no quiero ponerme eso, es horrible, lo odio, seguro él quiere que me lo ponga, acaso te divierte hacerme recordar como echaste a Adrián de mi fiesta de quince años, como lloré toda la noche y tú seguías riéndote con tus amigos, esa era la celebración que querías y no me dejaste disfrutarla ni un poquito. Odio este vestido, es tan perfecto, me siento ridícula, yo soy tan imperfecta, ¿no entiendes que no puedo sonreír?, deja de decirlo, no lo haré. Solo quería pensar que entenderías que tenía edad para decidir con quién salgo, no me queje de la música aburrida, ni la decoración que se caía, tampoco dije nada cuando se olvidaron que debía bajar las escaleras a las doce y siguieron bebiendo, pero llegó Adrián y para mí todo iba a ser perfecto, hasta que tú lo viste. Nunca van a aprender a escuchar ¿cierto? Solo déjenme en paz, fuera, si no veré a Adrián, no quiero verlos a ustedes, largo, estoy harta, ya no quiero nada, solo quiero desaparecer…

¿Por qué sigues aquí?, te dije que no quiero sicólogos, no necesito nada. ¿Por qué crees?, mi padre nunca me escucha y hace todo a su manera, como este estúpido vestido y la fiesta, mi madre solo sabe encerrarme para resolver todo y Adrián… se va, se va… ¿No crees que es suficiente para estar molesta? No, tú no entiendes, nadie entiende, tú solo ves a una paciente. ¿Qué es eso? La corbata de mi padre, su favorita, la cogí en la tarde, se la iba a dar a Adrián para salir juntos a una fiesta, pero me dijo que viajaría y lloré tanto, olvidé que tenía esta corbata hasta que regresé a casa… mi papá me la debe haber sacado. ¿Crees que puedas sacarme de aquí? Ellos te escuchan, diles que solo quiero salir y yo solucionaré mis problemas, ya estoy grande, si quieres ayudarme, sácame de aquí. Solo debes hablar con ellos, ¿que yo no quiero salir?, si quiero, pero no puedo. Si quieren me quedo con el vestido todo el día, que habrán la puerta. ¿Por qué debo escucharlos si ellos nunca me escuchan?, no quiero. Me siento tan sola.

Tienes unos bonitos ojos, parece que lo ven todo. En serio, es lo primero que se ve en ti, no te ruborices que me haces reír. ¿Has hablado con Adrián? ¿Qué te dijo? Yo también lo extraño, tiene unos ojos parecidos a los tuyos, pero los suyos son muy alegres, juguetones, combinan con sus labios suaves y cálidos. Dile que tome la corbata, que a él se le ve mejor. Sus padres no tienen mucho dinero, él es muy trabajador, pero no ha podido estudiar nada. Tiene un hermano en Estados unidos, él se lo quiere llevar. No conozco muy bien a su familia, solo de vista y lo que él me cuenta. Tal vez después, cuando tengamos nuestro hijo los conozca mejor.

¿Por qué miras tanto a Aurora?, sí lo sé se parece mucho a mí. Claro, ella no tiene un hijo dentro. Gracias por escucharme, ya me siento mejor. Diles que vengan, me gustaría saber que quieren decirme, si dices que con eso podré irme, diles que vengan. Espera… ¿cómo te llamas? Que lindo nombre. Sí, te espero.

Bueno, que querían decirme. Sí, yo también lo lamento. Los quiero mucho, entiendo que quieren lo mejor, de verdad, solo que me siento tan sola. Si solo me oyeran cuando los necesito. Está bien, los perdono, ya no puedo cambiar nada, solo sé que tendré un hijo y me gustaría que ustedes me apoyen en esto, amo a Adrián y sé que él no me dejará sola, me desesperé cuando dijo que se iba e intenté algo estúpido, pero ya desperté y haré lo que sea para que no se vaya. Déjenme verlo. ¿Por qué no puedo? No entiendo. Allí estas, sentí tu mirada, dile a mis padres que ya entendí, pero quiero salir. ¿No le diste la corbata?, ¿por qué debo recostarme? ¡No me la pongas de nuevo!, aun me duelen las marcas espera…, mamá ¿Por qué mi muñeca está colgando del techo?
No es tu muñeca.