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¿Alguien ha conocido a B realmente? Me atrevería a afirmar que no. Lo que es seguro es que cualquiera que reconociera haber compartido con él un instante de su vida, le sería improbable negar que el recuerdo de B permanece inmanente en su memoria.

La gente define a B de un modo muy distinto a como él mismo lo haría. Si preguntamos a cualquiera que creyó conocerle, nos daría una serie de epítetos que si bien podrían no ser del todo acertados, ninguno dudaríamos en aplicárselos. Siquiera nos atreveríamos a contrariar a aquellos que le describieran de esta forma.

Es seguro que incluso ustedes mismos, de haberle creído conocer dirían de él que ha sido extrovertido, despreocupado, animoso y en ocasiones hasta frío. En su casa le creen carismático, alguien con personalidad de líder y, a veces, de un carácter ciertamente manipulador. Es, a menudo, algo descontrolado para el gusto de su entera familia, y en concreto para el de sus padres. Sin embargo saben que cumple con sus obligaciones y responsabilidades, (Que son numerosas y requieren su especial talento) y posee, sin duda, un especial saber estar que a todos agrada.

En su trabajo, compañeros, superiores o subalternos le ven como un hombre de éxito, sin meticulosidad, pero con gran eficiencia y agilidad mental. Dicen de él que divierte a menudo a todos, y obtiene popularidad entre las mujeres.

En su circulo de amigos, que es extensísimo, es la voz cantante, chistoso y, aunque pueda aparentar escuchar los ajenos problemas, todos saben que a él no le interesan las víctimas. Y sin embargo a veces ha ayudado a esas mismas víctimas a superar problemas que para él mismo parecieron minucias.

Nadie ha creído jamás que B pueda enamorarse. El mencionar la palabra Amor, sin acompañarla de un sarcasmo, le aburre y le parece una farsa, una llamada de atención por parte de gente sin objetivos y carentes de ambiciones en sus vidas. Nadie cree siquiera que pueda sufrir. Ni amor ni odio. B está demasiado ocupado en el día a día como para reparar en esos problemas que, generalmente y a su entender, no son sino preocupaciones de privilegiados que poseen tiempo para perderlo en esas pequeñas redondeces que a ninguna parte han llevado nunca.

B conoce a mucha gente. A veces les divierte, y otras ironiza sobre sus vidas. Pero jamás busca la verdadera ofensa, sino el divertimento. Propio y ajeno.

Es calculador y nada hay en él que sea casual. El mismo acto de expulsar el humo del tabaco está perfectamente estudiado en B. No sonríe jamás a destiempo. Podría afirmarse que cada gesto suyo persigue un objetivo. La más leve e insignificante rareza en su habitualmente perfecto discurso implica una intencionada insinuación.

Esto es lo que todos hemos pensado. Es lo que ustedes mismos habrían pensado de haberle conocido. Que B es un ser sociable, encantador, sarcástico, divertido o eficiente. Siempre acorde con las circunstancias. Pero con la fortuna de haber perdido la capacidad para el sufrimiento. Es posible que B sea así en parte.

Sin embargo B es, B cree ser, B de hecho es en su interior, un alma atormentada. B es apasionado y a menudo el instinto le domina. A pesar de no amarlas, o más bien de no aparentar amarlas, se siente esclavo de las mujeres. Podría afirmarse que quizás sea por eso por lo que prefiere no establecer vínculos.

A cualquiera le sorprendería escuchar que a B le sobrecoge a menudo la duda existencial. La idea de la muerte le agarrota, y la idea del fin le llena de desamparo. Esto provoca que B trate de creer en un dios. Pero la razón no le deja y se sumerge entonces en períodos lisérgicos, inactivos y depresivos en los que permanecería inmóvil escondido entre las sábanas durante días. Supongamos que nunca lo ha hecho, porque prefiere mantener su imagen.

B sufre las tragedias, y se obliga a llorar amargamente sobre la almohada por los desamores. Pero a nadie demuestra esto. Él se oculta en su imagen pétrea y fierra.

Cree que su vida es un engaño, una mentira, una falsa percepción cartesiana, y este pensamiento le introduce en una interminable angustia. Es un ser inseguro. A veces siquiera se atreve a preguntarse que es lo que él mismo pretende de la vida, porque teme que la respuesta sea un prolongado y terrible silencio.

Pero B no cuenta a nadie su odio a sí mismo dirigido. En público prefiere mostrarse invencible para que todos crean lo que él mismo jamás ha creído. Que nadie puede hacerle daño.

¿Acaso alguien conoce realmente a B? ¿Acaso alguien hizo por conocerle? ¿De haber existido ese ajeno interés, hubiera dejado B retirar el muro que le cubre? ¿Se encerró en sí mismo, o le hemos apartado los demás forzándole a ser quien muestra ser?

B es capaz de discernirse en torno a las circunstancias. Jamás nadie ha visto a B melancólico, y sin embargo es seguro que lo es en soledad. Jamás B ha mostrado un sentimiento. Pero B siente la tragedia, así como llora la minucia si nadie le acompaña.

En verdad B es un misterio que muy pocos nos atreveríamos a intentar desvelar. En verdad B no quiere que le hagan daño e interpone el caparazón del sarcasmo, entre él y los que le rodean. ¿Acaso B hace esto porque una vez alguien logró hacerle daño? ¿O es porque contempla temeroso como a los demás les han ofendido? Podría ser el caso. Pero jamás nadie le ha preguntado. Jamás él hubiera respondido sino ironizando.

B es inteligente. B es atractivo. B es atrayente para todos. B tiene carisma, un talento especial para el trato con la gente. B sabe todo esto. Pero no lo explota sino superficialmente. Se limita a entretener y se limita a entretenerse. Se esconde en el engaño para no tener que enfrentarse a sus expectativas amorosas. Se oculta en la fría relación para evitar que sus sueños de encontrar un amor se desvanezcan y le hundan.

Una noche B tiene un extraño sueño. Está acostado sobre una nube esponjosa en la que se hunde lentamente. No llega nunca a caer, pero está en un continuo estado de constante cadencia flotante. Su habitación es el mismo cuarto gris de cada noche, salvo la cama, que es hoy una algodonada nube. Los libros siguen obsesivamente ordenados. La estantería figura en la penumbra a modo de escaparate, y el escritorio está meticulosamente organizado. La brisa entra suave por la ventana, balanceando una cortina celeste.

B se siente relajado en el sueño, pero alguien entra en el cuarto. Esto no altera su estado de embriaguez. Se sitúa sobre él, y B parece no inmutarse. Más al contrario, B siente que su placer va en aumento.

Cuando B, siempre en su onírica fantasía, abre los ojos, nota como se agarrotan los músculos primero de sus brazos, y más tarde se hace extensivo a todo su cuerpo. No puede moverse, y súbitamente le domina una angustiosa sensación de pánico. Mira los ojos de la figura que hay sobre él, y observa que tiene su mismo rostro. Observa que quien está sobre él, es él mismo. Gritaría si pudiera iniciar el gesto de coger aire para hacerlo. Se intenta introducir en su propio cuerpo, y B nota su pecho oprimido e incapacitado para contraerse o tomar aire. Trata en vano de levantarse para encender la luz y escapar del sueño. Pero realizar cualquier movimiento es imposible. Está agarrotado y sus músculos apenas pueden iniciar el gesto de una contracción. No puede sino desear que la asfixia sea lo más rápida posible.

Yo creo, he pensado siempre, que han existido dos B. Uno finge, parece un divertido témpano que socializa con todos. Es exitoso y triunfador. Es un B repleto de seguridad y confianza en sí mismo. Su sola presencia, su talento y verborrea abruman. Es el que todos conocemos y a menudo adoramos, aunque él no se deje querer.

El otro B permanece en casa. Es un alma atormentada. No sabe lo que ha de hacer. Es un cúmulo de dudas, de miedos, de amorosas divagaciones. Permanece llorando por permitir que su alter ego le arrebate los días. Llorando porque no sabría ya evitar esto, y tomar las riendas de su propia vida.

¿Cuál es el verdadero B y cuál es el falso? ¿Acaso es alguno categóricamente falso o verdadero en toda su extensión? ¿Son ambos B independientes? ¿Son complementarios? Se puede afirmar que uno es recíprocamente necesario para la existencia del otro. En cambio es posible que se odien.

No podemos saber cual B es el verdadero. No podemos saber cual B mató a su homónimo en el sueño. Pero sabemos que el uno no sabe ya vivir sin el otro, porque la noche del sueño, esa noche, B amanece muerto.

Texto agregado el 07-05-2004, y leído por 159 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
17-11-2005 Aunque a veces asuste, me parece muy comprensible ese doble filo de B, es algo que inconscientemente nos puede pasar a todos, quiza no de un modo tan perceptible, pero sucede. Realmente me he quedado sorprendida porque encuentro muchas similitudes entre ese personaje, ese tal B, y tu propia persona... claro que puedo confundirme. Muy bueno el texto y un final chocante... por qué morirá?? Morirán ambas caras de B o sólo una de sus personalidades??? Quiero saber más!!!!! Me ha encantado y tienes juego más que suficiente para escribir una colección de obras, con tomos y todo... Vamos!!!! _LUNA_
13-11-2005 Vamos a llamar al Dr. Jeckyll y Mr. Hide a ver qué opina de esto. Yo creo que puede ser el principio de una doble personalidad :) Realmente asusta pensar que dentro de cada uno hay muchos yoes, a veces necesarios, otras veces tan extremos que uno no deja de pensar si realmente cree que es quien cree ser o si es lo que los demás dicen que es. Estámuy bien descrito, el desarrollo y el ritmo de la narración son buenos, atrapan al lector, precisamente porque se ahonda en lapropia percepción y en un tema muy reflexivo. La vida quién sabe si es un baile de máscaras, o incluso, si realmente nos quedamos en esas cáscaras que nos cubren, y que acaban por ahogarnos como a B. Parece que B tiene miedo, ese B que esconde es el que crece a sus espaldas, y que le complementa, ese B oculto entre la oscuridad que se desborda, esta disfunción nunca puede llevarse tan lejos, alguna vez choca y estalla confundiéndose en los dos planos en los que B usa cada alter ego. Muy bueno. pic
07-05-2004 Yo aún no sabía que era el embrión de La Ciudad Agradecida. Del Volumen "Divagaciones Encubiertas", de Octubre de 1999 dario_b_malik
 
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