Una voz engendrada en lo brillante ha extendido sus brazos escarchados acogiendo cien pétalos dorados es bostezo de flores expectantes. La pupila del mundo abrió semblantes. Las primeras columnas han brotado de la siembra de ideas que han varado en mis sueños de fiebre desquiciante. Los cabellos destilan elementos en la sombra creciente de la luna se sumerge el Señor, en mar de vientos. Es el líquido sol bajo aposentos la sustancia de fuego duerme en cuna aguardando su gran advenimiento.
Texto agregado el 10-11-2008, y leído por 159 visitantes. (3 votos)