Por lo general no me gustan las Dalias... pero me recuerdan a mi abuelo...
No me gustan porque no tienen olor, y no son mas que para el cementerio.
Mi abuelo las plantaba en el patio de mi casa, y aun después de 7 años de su muerte siguen naciendo.
Cuando era más chica le escribía a mi abuelo porque eso para mí significaba tenerlo más cerca y más al tanto de la situación que vivíamos en casa, lo que sentía y le explicaba cosas que quizás ni yo entendía... y le pedía por favor que si estaba aún conmigo, que haga florecer alguna flor que no fueran las Dalias...
Después me di cuenta que aunque no florezca nada, estaría en mi mientras sus recuerdos estén en mi...
Quizás hoy las Dalias no sean las mas destestadas del jardín, las miro y me cuentan una historia…
Nunca nos preguntamos por qué florecen las dalias, sin plantarlas y sin agua, solo las dejamos crecer...