Para el:
El era solitario, cargaba un mundo de triste oscuridad,
Jamás dejo que nadie lo conociera en realidad…
El ultimo hombre de hierro, forjo un escudo de seriedad..
Su sonrisa era las mas hermosa de todas y a pocos dejo conocer
Y de el se enamoro una princesa, y el sin querer.. .

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Había una princesa que no quería pensar
En el mundo interior ni en que esperar
Estuvo con una persona que no supo amar
por el terrible miedo a la soledad..

Pasaban los años, en su hogar había mucha felicidad,
Pero su alma en penas ya no daba más…
Conoció tanta gente, no en la hora ni el lugar..
Escondida entre libros y cuadernos para que nadie la viera llorar..

Beso sueños que trataba de olvidar porque para ella eran inalcanzables,
Y se refugio en su rápida manera de aprender
Y de ese particular modo de ver…
Que lo que dicen que no. Si puede Ser.

Caminó por las calles implacable
Sin sonrisas, intocable,
Resguardando su solitaria alma
Para alejarse del mundo hostil, eso fue, cada lágrima

Tuvo amigos que mal le pagaron,
Y otros pocos que con sus sentimientos jugaron
Le llamaban extraña y alguna vez de ella se burlaron
Y ella se burlaba de ellos por ser todos iguales..

Camino en jardines de muerte, oscuridad y más..
Penas, vendiendo lo que no era licito para el vació llenar,
Regalo algunos sentimientos de su corazón
Y cuando le fallaron para siempre las puertas de su alma cerro

Después fue todo mal, de mal en peor
Cuando se dio cuenta que no podía encontrar lo que un día en otra vida perdió..
Intento acabar de un soplo su vida,
Planeo todo sin despedida…

Faltaban pocas horas, la vida luego se acabaría en un suspiro
Y encontró lo que pensó que no existía,
Al príncipe más especial del mundo entero,
Le hablo unas horas y perdidamente se enamoró

No le contó mucho a el para que no tuviera pena de ella
La princesa siempre amara aquel muchacho
Este donde este, con quien este..
Porque el es la sonrisa de su rostro
Y la única luz de su mirada..