Te dejas llevar por una emoción superlativa
cuando pisas la playa y asimilas esas palmeras
flacas y erguidas
para después correr como un animal salvaje
tu respiración se aquieta
lenta inflamación de células aeróbicas.
Esa noche te alimentas con algunos frutos
no pareces vos el que los come
te reconoces por la sonrisa
por el ruido que hacen tus dientes al quebrar la pulpa
es como si todo atestiguara una visión interminable
especialmente las estrellas
ahora que habitas un punto firme te sentís
un perfecto prototipo de tu especie
dueño de una porción de masa sólida
contemplando el cielo como si fuera una cápsula
te arrebatan pigmentos leonados y comprendes
por primera vez la belleza del desierto.
Texto agregado el 08-11-2008, y leído por 344
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