Algún día encontraré un mapa
Que me lleve junto al árbol oscuro de tu memoria.
Y se detendrá la lluvia para que nos paremos juntos
a mirar las nubes reflejadas en las charcas.
Hallaré la huella sumergida de un Tigre
En el Lago profundo de mi voz.
Y pintaremos nuestros rostros
Como una acuarela con tonos inventados.
Y se detendrá el Tiempo
para que nos dediquemos a mirarnos
largo rato en absoluto Silencio.
Algún día el viento vendrá a visitarnos
Y llegará portando la semilla escondida
que contiene el sello
de tu verdadero nombre.
Y cada cosa que vivimos,
Cada cosa que callamos,
y cada cosa que creímos perdida
Volverán a tomar su lugar.
Y nos hablarán directo al corazón
como un pájaro brillante y sencillo
que ha recobrado su
Libertad.
Algún día comprenderemos
Que las cosas que amamos
nos sería imposible
amarlas por separado.
Que las cosas que callamos
no eran para
fingir falsos silencios.
Y que las cosas que creímos perdidas
-por alguna razón-
siempre estuvieron ahí
diciéndonos: ábrete.
Texto agregado el 07-11-2008, y leído por 172
visitantes. (3 votos)