Ayer mi amante ha muerto
Quince años de encuentros sigilosos
En parques apartados,
Cuatro veces al mes
Desnudando nuestras almas
Antes que nuestros cuerpos,
Me pedía con un murmullo ansioso
Te necesito, abrázame, solo abrázame
Mis manos acarician su rostro y se calma.
Ya no acudirá, este jueves no ira,
Hoy visite la capilla donde se vela su cuerpo,
Desde la última fila, espectador clandestino
Ansioso de ver su rostro por última vez,
Y guardar en mi recuerdo,
La foto que no pudimos tener.
Estaba su marido, sus hijos sus nietos
Y todos sus parientes,
Alrededor de su última morada
El cura hablo de amor, fidelidad, compromiso,
Y le encomendó su alma a dios
Yo le encomendé mi alma a ella,
Ayúdame amor mío, desde el más allá a soportar,
Los próximos jueves sin ti.
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