Soledad:

Khalaary sintió que los labios carnosos de Junjul se incrustaban en su frente, con un tierno beso. Ella quiso abrir los ojos para poder corresponder la caricia dada, pero no pudo. Sus párpados parecían de piedra.

Sin embargo, aún distinguía la luz de las sombras, y sabía que junto a su esposo había más personas. Quería oír qué hacían, pero le pasó lo mismo que con los ojos: no pudo. En ese instante se percató que su respiración era nula, tenue y distante.

Recorrió su cuerpo en busca de los sentidos restantes, pero dejó de hacerlo al darse cuenta que sobre su cuerpo estaban echando tierra. Se le llenó de angustia y vació el estómago. Quería vomitar.

La masa arenosa iba creciendo sobre ella y le presionaba el pecho. Podía sentir como la sangre se le estancaba en algunas partes del cuerpo y en otras buscaba desesperadamente seguir su cause natural. Un hormigueo, que le había invadido los encajes, comoenzóa corretearle de un lado a otro hasta que llegó a sus ojos. Estos se le llenaron de sangre y las pupilas le estallaron, pintándolo todo de rojo.

Por fin, la tierra le cubrió el rostro. Quedó a oscuras, toda ella y se sintió más sola que el día en que Junjul se acostó con su madre.