Del encuentro hace un año con Marisol Schultz, directora general de Alfaguara, lo que más se me quedó grabado de su conferencia fue la cantidad de ejemplares que se vendieron de la compilación completa de Salvador Elizóndo: 20 ejemplares en toda la republica, en un país de 100 millones de habitantes. Ahora, ante Andrés Ramírez, ya no hizo falta que nos recordara lo poco que se vende la literatura en Latinoamérica, lo imposible que es a veces difundir una obra, la mafia de las librerías, etc.
Lo más valioso que puedo recuperar de estas tres sesiones, fue la opinión del poeta y editor ante el medio literario: “Esto es como una carrera maratónica, los escritores que perduran son los que más aguantan, los que saben manejarse en esta complicada competencia y mantener un buen lugar; no siempre llegan los mejores, ni los más talentosos. Los escritores que se tomaron más tiempo en publicar y no se desesperaron, regularmente son los que ofrecen las mejores obras, las más maduras. Cada escritor tiene que ser honesto con sigo mismo, no tratar de mentir o cambiar, y juntarse con aquellos que lo comprenden. Eso le da las conexiones correctas para propagar su trabajo”.
Esas no fueron exactamente sus palabras, pero es un resumen.
Para terminar, quiero citar a Guillermo Sheridan: “No confíes en nada que tenga menos de treinta años”.
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