Besos de colores
Tenía 80 años y la tristeza acumulada
de toda su vida le descocía el corazón,
y le cinchaba los pulmones.
María no se conformaba con un final así.
Un día desesperada, fue a visitar a
Chole, una jóven curandera Maya, quien
despues de hacerle una limpia con hojas
de Albahaca, Sipché y Ruda y de santiguarla
con incienso de copal, le dió un sabio cosejo,
_ María, avienta tus penas a los IiK´Aluxes, que
son los duendes del aire, para que se los lleven
a ese lugar donde el mar se vuelve cielo, y el cielo
se vuelve mar, solo así volveras a ser feliz y el amor
te inundará el corazón.
Al día siguiente María fué a la playa y de rodillas
le suplicó a los duendes que se lleven sus penas y
malos recuerdos, lo hizo con tal fervor y convicción,
que hasta vió una nube negra que salía de ella y se
alejaba dando volteretas en el cielo.
Se sintió llena de amor, tanto, que se le rebozaba
del cuerpo.
A partir de esa tarde, María va todas las tardes al
Parque de la paz con una enorme canasta llena de
bolsitas de besos, abrazos, palabras tiernas y entona en voz muy dulce una cantaleta donde anuncia que regala sus bolsitas amorosas...
Pasaban los dias y nadie se acercaba a ella, incluso
ya era conocida como la loca del Parque de la Paz,
una tarde rosada, un niño se acercó, ¡quería besos!
la madre hacía todo para alejar al niño, quien no dejaba de gritar emocionado, - ¡Mira mamá, besos de todos tamaños, besos de colores, que huelen y que bailan y que sueñan, la madre muy fría le decia, puro engaño hijo ¿no ves que la bolsas estan vacias? A lo que María respondió:
_ Señora, mis regalos son invisibles para la gente insensible,pero su hijo no lo es, permítale llevarse su bolsa de besos.
A la señora no le quedó mas remedio que aceptar.
El niño se vá felíz, aventando besos de colores, que huelen y que danzan a todos los que se cruzan en su camino.
A patir de ese día, María no se dá a basto en su tarea, sus principales y asiduos visitantes son los niños. los enamorados y los poetas tristes.
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