El alma se quita del cuerpo
cuando este se viste de muerte
en ese sitio donde luego se pudre.
Han de quedarse por siempre
pués hay algo muy diferente
delante de la absorta mirada,
soñando con este lugar.
Aunque luego el afamado tiempo
dirá con sus manos, aquí hay
otro sendero que lleva a otros
lejanos confines. Al juicio final.
Pasando el gran examen, luego
las almas se resiclan necesarias,
se sueltan a reír antes de volver
a obvedientes continuar marchando.
El alma mía es están andariega
que si nadie hace caminos
usurpa la selva talando entrañas
sembrando vid en toneles de acero.
Somos como chispasos
en el horizonte lejano,
de esa una sola linea distante,
sábanas flameando cuál banderas,
en el centro del truco del mago.
¿Tendremos una alma para prestar
al cielo que esta de crisis de cantidades?
No. Aquí solamente esta sobrando
la rancia miseria de una pobresa tremenda.
Texto agregado el 04-11-2008, y leído por 123
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
06-11-2008
Sustancioso y noble texto, los detalles son cosa de pulirlos...
Saludos! achachila
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