Mi mente se pierde
en una sábana blanca
donde la nada y el vacío
son siluetas de esquetos
mal dibujados.
En mi alma se cuela el frío
de la indiferencia
y mi corazón late
con un cansado sonido
de barco moribundo.
Mis pensamientos circulan
por entre los gastados engranajes
de mi cerebro.
¿Dónde quedaron mis sueños
de alcanzar
el horizonte más lejano?
Texto agregado el 02-11-2008, y leído por 164
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