La entelequia de tu verbo enrevesado se condice minimamente con el cariño compartido. Se traduce en un divertimento constante del cual se aprende a cada ratos algo. Como una escalera difusa tus preguntas a mi y a ti mismo entretejen verdades que como pompas de jabón se disuelven en cuanto las atrapamos. Solo nos queda mirarnos perplejos y sonreirnos.
Texto agregado el 01-11-2008, y leído por 193 visitantes. (3 votos)