Gastaría hojas y hojas, mucha tinta en escribir tantas cosas que vienen de golpe a la cabeza, pero hoy nada tiene su sentido, era rico vivir estos dias analepsicos, daba un nuevo aire, un pensamiento fugaz que me relajaba y hacía mirar el cielo nuevamente, caminar por las calles se veía diferente, esta vez con una seguridad extraña, una seguridad que ya desconocía, a mi espalda, siempre colgada, mi compañera la guitarra, ella el ultimo tiempo me ha dedicado sus días y su dulce cantar, para poder liberar el bagaje sentimental que llevaba guardado por mucho tiempo, ahora no dudo en cantar bajo los cerros, bajo los techos, o simplemente en el viejo pero renovado colegio, ese mismo que recaló en tantas historias, hacedor y testigo de tanta anecdota y emocion forjada, era raro volver a ese liceo, otras veces, muchas lo hice, pero esta vez tenia su toque especial, un sentimiento diferente, algo iluso pero renovador, tu me acompañaste, no lo esperaba, me prestaste tu calor, tu prescencia, me diste tu contorneado cuerpo para poder reposar en ti mi cabeza, abatida por sucesiones de hechos poco amigables, sabias interpretar lo que mis manos te decían, guitarra.
-Que importa si los cielos se oscurecen al paso de cada minuto?
Mañana no importa, también se oscurecerá.
Hoy caminamos muchas calles, cada cual diferente y llena de historias en cada paso.
Linda presentación hoy, aún tengo amigos por el camino, aún puedo caminar por las calles, como lo hice hoy, aún la calle 21 de Mayo tiene ese sabor a novedad y caras que quieres encontrar, aun la mirada puede dirigirse tranquila a cada partícula presente a tu lado, aun le puedo sonreir a un@ descconocid@ y seguir mi camino.
Aún tu silencio cercena cada segundo en que pretendo reflexionar, pero ya nada tiene valor, se echó a perder su sabor bajo el sol inclemente que luego llegaría a ser oscuridad nuevamente, como un ciclo sin sentido.
Grítame tu nombre, y yo sólo pasare al lado y seguiré el camino, como los pasos me han llevado hasta hoy, como la decisión final fue tomada. |