Gracias por sus favores,
amigos ya me despido,
no me despidan con flores,
ese favor yo les pido.

No demuestren su dolor,
si de verdad no lo sienten,
y nunca muestren temor,
ante personas que mienten.

Amen ahora que pueden,
mañana será muy tarde,
y les pido que se cuiden
de la actitud del cobarde.

No confíen en la amistad,
porque esconde mil caretas,
se envuelven en la maldad,
ni siquiera te respetan.

Es mejor no ser desconfiado,
para no sufrir decepciones
y tengan mucho cuidado
de las gordas intenciones.

Respeten a su familia
y denles todo su tiempo,
que esa será la semilla,
que alegrará fuertes vientos.

Amen al dios del cielo,
recen miles de oraciones,
ese será el consuelo,
ya vendrán las bendiciones.

Vida que gusto de verte
y pasearme en tu regazo,
todo acaba con la muerte,
ese es el último paso.

Más dejamos una estela
a nuestros seres amados,
que vivirá aunque muera,
serán recuerdos soñados.


Vendrá el sueño eterno,
todo será tranquilidad,
sólo un recuerdo tan tierno,
se acabará la maldad.

Navegaré por los mares,
me dispersaré en el aire,
visitaré mil lugares,
recordando a mi madre.

La vida tiene de todo,
alegrías y sinsabores,
pero notan más el lodo
que tus logros y honores.

Así es el mundo corrupto,
sumido en gran ambición,
y nada está tan oculto,
que no lo alumbre ni el sol.

No soy hombre resentido,
agradezco mucho a Dios,
ya tanto lo he repetido,
que como él no hay dos.

Ahí les dejo mis recuerdos,
en poesías y en versos,
en mis canciones y cuentos
y en mis miles de esfuerzos.

A mi esposa yo quisiera,
llevarla entre mis ojos,
y donde quiera que fuera,
saborear sus labios rojos.

A mis hijos tan preciosos,
Le pido a mi virgen santa,
que siempre vivan dichosos,
en su gran morada santa.

Y el día que yo me vaya,
espero sea con Dios,
que se rompa la muralla,
para que se escuche mi voz.