Trenes. Trencitos. Vagones. Loco-motoras. Caballitos de madera hechos en el depósito. Peladitos de Yoli-bell. Bombero loco. Peladitos caseros para las chicas de la esquina. Autitos a cuerda. Juegos de química. Juegos de magia. Duravit. Arbolitos de navidad. Purpurina. Olor a plástico de diciembre. Cartucheras nuevas de marzo. Trompos de lata. El juguete más feo. Brazos de plástico. Miércoles ausentes. Ojitos sueltos. Dominó. Juego de la oca. Ludomátic. El cerebro mágico… ¡La lista, gorda! Tres jugueterías en una. Lucecitas de navidad. Intermitentes. Repuestos de intermitentes. Baterías de cocina. Cochecitos. Peluches. Latas. Cajas. Latitas. Tijera grandota. Regla de bronce. Bici negra… ¿El canasto? El diario. El Qué pasa. El arreglo provisorio. El Chito. El Siam. El rastrojero. El eterno auto viejo. Los 5 pesos por semana para cospeles. La colonia de bebé. Los besos con gusto a menta. El té en la terminal. El cheque prestado. El Monticas. El descubierto. El café con leche de la mañana. La naranja de postre. Comé naranja, Fizzani! El mate en la cama los domingos, demasiado temprano. La miel. Los polvorientos caminos de la patria. La culpa de los grandes monopolios. La culebrilla. La barba. El nono. El que gana siempre. El pelo en la leche. El que se acuerda. El que no se rinde. Mi papá.