En las noches una sensación de soledad suspira en mi cuello, el susurro del silencio, la melodía de un morir que no para, de un latir que se extingue, que suplica por un nacer, por otra forma de hacer, de caminar. Ahora la pregunta misma indaga expectante, insinuando la respuesta, requiriendo tal vez una parte, una pieza. ¿Cómo entender la carga que se le atribuye? ¿Cómo derramar la culpa? ¿Cómo hacer para no caer de nuevo en el lado triste en el lado oscuro?
Si pienso que soy lo que era o que me forjo en lo que hago, no paro en el lugar que es, ni respiro el segundo que cuenta, ¿con qué vigor levantar el pincel? ¿con que valor respirar profundo para existir?
Calma, sereno, tranquilo, elocuente… locura imborrable, nauseabunda, deplorable, inquieta, ¿que pensar? ¿Que paso dar? ¿Y para qué?
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