Y pensar que alguna vez me faltó el aire... ¡Tan frágil es hablar cuando se trata de pequeñitas y livianas humanidades! Y pensar que alguna vez me faltó el aire... Las sensaciones viejas viejas palabras plazas y calles son fragantes químicos del cerebro que me persiguen y me avanzan. Y pensar que alguna vez me faltó el aire... Cada respiración es nueva; cada mañana son dos ojos iguales los que miran, otro cerebro el que procesa; las cosas y yo cambiamos, también mis miradas. Y pensar que alguna vez me faltó el aire... Siento dúctil sobre la lengua una palabrita sincera y dulce: de por medio ya no más telas, te las regalo, la gane o la pierda. Y pensar que alguna vez me faltó el aire...
Texto agregado el 29-10-2008, y leído por 106 visitantes. (1 voto)