Se acercó al borde temblando. Era la enésima vez que lo hacía. Llevaba casi un mes pensando en ello. Volvió a respirar hondo e imaginó la trayectoria. La brisa suave le besaba la piel. Sentía que no podía hacerlo. Pero debía. Quería terminar con aquel sufrimiento atroz, aquella pesadilla. Sólo era dar un paso adelante y todo habría terminado. El corazón pugnaba por salir de su pecho. Y entonces, como ocurre a veces, los elementos vinieron en su auxilio. El viento sopló con un poco más de fuerza a sus espaldas, se tambaleó y resbaló debido al agua que había bajo sus pies. Todo esto y caer arañando el aire con pies y manos fue uno. Cerró con fuerza los ojos esperando el duro impacto.
Cuando asomó su cabeza, poco le importaba el irritante dolor en su costado, donde el encuentro con la superficie del agua había dejado una marca color bermellón. Lo había logrado. Ninguno de sus amigos volvería a reírse de él.
Texto agregado el 29-10-2008, y leído por 564
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Lectores Opinan
28-02-2009
Bien manejada la tensión en este relato breve, pero que atrapa en cada palabra. marfunebrero
26-12-2008
La decisión está decididamente muy bien escrito. 5* RIGOBERTO
02-12-2008
Muy bueno, me gusto****PAblo MELENAS
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