Había una vez un delfín llamado Charlie a el le gustaba mucho explorar el mar, un día había nadado un hasta llegar a un barco hundido, el entro al barco con (mucha curiosidad) para ver que con que se encontraría en ese extraño lugar. El había soñado hace mucho tiempo con entrar a un barco similar.
Tras el se encontraba un baúl, Charlie tenia muchas ganas de abrirlo, pero cuando se acerco al baúl vio que sobre este había salido un cangrejo y este le dijo:”no abras este baúl porque encontraras algo muy malo”, y ante Charlie el cangrejo había desaparecido. Charlie se asusto por un momento y luego pensó ¿porqué le debería hacer caso a un crustáceo desconocido?
Y decidió abrirlo con la esperanza de que el baúl estuviera abierto y no con llave y descubrió que estaba sin llave y sin pensarlo dos veces abrió el baúl y se encontró con una red para peces y lo atrapo y el pobre delfín gritaba:”auxilio, auxilio, socorro, necesito ayuda” y de repente aparece el cangrejo y le dice:”te dije que no abrieras el baúl y no me hiciste caso esto te enseñara a hacerle caso a tus mayores” y Charlie dice:”bueno, bueno are caso a mis mayores pero sácame este torturador de peces por favor y el cangrejo lo ayudo después de varias horas Charlie va donde su mamá y esta dice:”¿como te fue hoy?” y Charlie dice:”aprendí a escuchar a mis mayores” y le empezó a contar lo que le paso por copuchento.