PRINCIPITO

En un rincón
de mi pasión habita
un Principito
de tierno corazón
que en mi descuido
de todo se enamora,
abre mis grifos
y apaga mi dolor.
Es una inquieta
alondra que me anida
volando por las ramas
del árbol de mi vida,
lo inspira un ángel
bordando fantasías
y yo soy el custodio
que lo contempla absorto.
No le consiento
su juego alborotado
y hasta duros castigos,
a mi pesar, le he dado.
Él nunca duerme
y cuando estoy cansado
camina algo impaciente
por todos mis costados.
Es incurable,
lo pierde la imprudencia,
en cuanto me distraigo
asume mi presencia
desviando mis ojos
a bellas consecuencias;
se tomó por costumbre
hablar sin consultarme
y cada vez que lo hace
no deja de alarmarme.
Tiene la esencia
de aquel en quién se inspira,
por su inocencia
así lo he bautizado.
Es Principito,
cuidarlo me enternece,
y como es pequeñito
no puedo ser muy cruel,
quizás un día
crezca y haga su vida
pero en el “mientras tanto”
me llena de alegría.
Si alguna vez
su vuelo te lastima
ten por seguro
que lo hace sin querer,
pero igualmente
tendrá su reprimenda,
un Principito
nobleza ha de tener.


Para mi amiga Sofiama, Princesa de Ficticia, con todo cariño.