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SUNSET
(la estatua de piedra eterna)


Desde un amarillento sol naciente
Hasta un arrebolado atardecer
Se extiende mi mano pretendiendo atravesar una distancia
Escapando de lo inevitable
Para rozar lo deseado, tomar un conciencia y hablarle

Algo me dice (será un susurro del viento de primavera)
Que los barcos de alta mar se alejan cada vez más con cada mirada que arrojo
Fuera de mis ojos
No puedo controlar mi destino
Ni siquiera puedo contener las lágrimas que salen con fuerza fuera de mí
Algo me dice, algo me dice que hay cosas que no se pueden relatar
Tal vez sólo escribir…
(contándole secretos a la arena de una playa desierta)

Una incontable cantidad de frases dicen, sin embargo
Las lágrimas hablan por si solas en un lenguaje fatal
Nombrando lo prohibido
Llamando a lo innombrable
Deseando…
Una pasión maldita por un conjuro insano
Que se sacrifica a sí mima para seguir objetando a los cielos
Y con escupidas formar un barro en la arena
(perdiendo el tiempo por simple elección a hacerlo)

Desde aquellas palabras escritas en la arena
A la orilla del mar
Aquella orilla que encuadraba un montón de emociones
Un poema desafío a la furia del mar
Y ante la luz de la luna y la espesura de las nubes frías de la noche
Se aferró un fuerte deseo y un inquebrantable sentimiento
Que constantemente desafiaría a los átomos del universo
Y tercamente creería en sueños imposibles

Ante aquellas luces de la noche, una bahía daba reflejos de espejismos lacrimosos
Y con un corazón apretado envuelto con agudas estocadas
Un alma perdida sentenció su vida a un dolor que convertiría su cuerpo en una estatua
Y que permanecería inmóvil ante los tiempos
Siempre igual ante el paso del tiempo
Un amor intacto por un alma
El deseo desesperante de escribir con flamas y candencias
Un “te amo” en el centro de la Tierra
Donde las rocas no son removidas con facilidad
Donde coexiste un sendero junto a los seres magníficos
Allí, sí
Allí
Donde reside mi alma

Y en algún momento en cual
Cayeron mis saladas gotas de agua sobre la arena
El mar ni siquiera reparó en aquello
Puesto que él carga a sus espaldas con incontables deseos salados
Y de él proceden las fuentes de la vida
Viajan los peces, ballenas, delfines y otras especies dentro de él
Y forman una sinfonía de vida que es danzada por las ilusiones de los que observan
Uno como yo

Sin contar con la valentía necesaria
Soy preso de un deseo que quema
Nunca he experimentado el dolor de quemar mi carne a lo bonzo
(¡jajajajajaja!)
Una voz se mofa de mí
Se ríe burlándose de mi estupidez
“¡Te estás muriendo quemando tus entrañas!”
Y siento el sabor de las cenizas en mi boca…

No tengo… no tengo la valentía
Creo muchas cosas
Y la inseguridad se ha convertido en un traje que me he mandado a fabricar
Con el mejor de los sastres, uno que clava sus agujas en mí y con mi piel me viste de fiesta
Una fiesta en donde siempre bailo sólo

“Cuidado con mostrar dando vuelta tu corazón…
Esa cosa repugnante bañada en rojo. ¡Puáj!
¿Un hazme reír quieres llegar a ser?”
Ante razonamientos contundentes frunzo el ceño
Me siento y me callo

Vuelvo a mirar el mar bañado en ese brillo
Con ese reflejo utópico rojo-amarillento
Y las gaviotas vuelan en la lejanía produciendo ese sonido a gaviota
Sentado junto con un poco de sol
Mi corazón se entibia
Mis ojos bucean largas horas comprimidas en tan solo un instante
En ese instante en que pienso en ti
En ti y en nadie más

( por la noche me convertiré en una estatua )

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