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REBUTAJE

Esperó toda la tarde hasta que el marido llamó por teléfono
-Si me dice que tiene que seguir en la oficina... lo hago- pensó
-Aló-
-Hola tesoro, la llamo para decirle que voy a llegar más tarde. El gerente me pidió un informe extra-
-Ah , sí, ¿y a que hora vas a llegar?-
-No sé, no me esperes-
-Bueno- cortó
Se sentó en el borde del sofá y comenzó a recorrer el negro camino de su desgracia. Quería revivir todo, para que el arrepentimiento no la alcanzara. Recordó el momento en que lo vio con la otra, la sensación de soledad mortal, la rabia negra, la angustia, la desesperanza y por fin el deseo de escapar de ahí a ninguna parte. Se hundió en el barro sucio del deseo de vengarse, de hacerlo sufrir hasta el punto que solo por odiarla no pudiera ser feliz nunca más. Se asomó al destino de él, embarrado por la decisión de ella, sin un segundo de su vida en que pudiera burlarse de esta tonta, sin ganas ya de recuperar nada, solo deseando dañarlo todo, -que pague, que mi sombra lo persiga hasta que se muera de viejo-
Contó las pastillas

-Demasiados procesos para una RAM tan chica- dijo el técnico
-¿Por eso está colgado? ¿Qué se puede hacer?
-¿Pudo cerrar alguna de las ventanas?
-Nada, si ni siguiera se mueve el mouse-
-Entonces va a tener que rebutarlo-
-¿Cómo lo hago, si no puedo usar el mouse ni el teclado?-
-Apáguelo. Tenga en cuenta, eso si, que todos los procesos que estaba efectuando se perderán-
-¿Y que le voy a hacer?, no hay otra manera-

Despertó en la sala de urgencias. El médico a su lado le encandilaba los ojos con una linterna.
-Menos mal, no hay daño cerebral aparentemente, y eso que estuvo en paro casi 15 minutos- comentó con la enfermera
-Está despertando bien doctor, ¿hago pasar al marido?
-Si, que pase, yo después hablo con él-

-Ya pues, ya pues, enciende-
-Modo a prueba de fallos, ¿qué?
-Eso significa que tiene una nueva oportunidad- Ahora tenga cuidado con la información que le ingresa.

-Doctor, por favor explíqueme que pasó, ¿está bien? ¿Se va a recuperar totalmente?
-Yo la encuentro bien- el médico se rasca la barba- buenos reflejos, sin problemas de lenguaje, coordina bien-
-Pero no es la misma, está muy rara y ya pasaron muchas horas desde que tuvo el paro cardíaco- el hombre se agita-
-Eso pasa a veces- contesta el médico- Ha olvidado los últimos eventos. Ahora hay que tener cuidado con la información que se le entregue.

-Dígame algo- preguntó, ya más tranquilo- Y toda la información que perdió, ¿se borró no más? ¿Para siempre?
-Bueno, no- dijo el experto- Los datos no se borran nunca del todo, en alguna parte de la memoria están, vaya a saber donde. Hay especialistas que pueden recuperarla, pero ¿Es eso tan necesario en su caso?
-No- contestó resignado- Considerando que yo fui el responsable, es mejor así


AL RITMO QUE VAMOS

Así están las cosas- dijo el abogado- la demanda ya fue presentada al tribunal y el monto de la indemnización que solicita el demandante es….
-Pero ¿cómo?. No entiendo el porqué de todo esto. Lo único que yo hice fue sacarlo de un paro cardio-respiratorio, es decir, el tipo estaba muerto y yo lo reviví. ¿Qué puede alegar?
¿Acaso no quería vivir?- el médico se agarra la cabeza entre las manos.
Sí, quería vivir, por supuesto. Su queja es por otro motivo- el abogado toma una hojas y lee: “ y habiendo procedido el demandado en forma muy precoz a la reanimación cardiopulmonar del demandante, lo privó del evento del paso a través del túnel de luz y la contemplación de sus parientes muertos esperándolo a la entrada de la otra vida, proceso descrito en la literatura médica y conocido por el facultativo médico que se demanda, por cuanto su acción constituye delito de negligencia médica al no haber proporcionado a su paciente las atenciones necesarias para lograr la plena satisfacción del atendido”

SEMEJANZAS

Cada día me parezco más a los políticos.
Digo a la gente: ”no coma esto y aquello, cuide su peso”; y yo estoy gorda como una bola.
Digo: “si sigue fumando va a terminar en un respirador mecánico” y fumo como locomotora.
Les sugiero diversas terapias de relajación y vivo como loro en el alambre.
Insinúo que hagan respetar sus derechos y aquí me tienen, médico de atención primaria.

EL MEDICO VIEJO

Sentado en el patio, disfrutando un poco de sol, sintió un golpe súbito en la región occipital.
La visión se le hizo borrosa y el miedo lo invadió como una ola de lava. El corazón empezó a latirle rápido y fuerte, su respiración se hizo angustiosa. Pero no quiso moverse. Esperó los últimos signos. Los conocía muy bien, tantos años, tantos pacientes, tan típica la presentación del accidente vascular hemorrágico. Nada que hacer, solo esperar. Sintió voces que venían desde la puerta de su casa. Identificó la voz de su mujer.
- Al menos voy a estar con ella en estos últimos momentos- pensó
- ¡Luchito, más cuidado con la pelota!, le pegaste en la cabeza a tu abuelo.


LA BACTERIA

-Al fin- dijo la bacteria- Ya no podía más. De la vieja que inundaron con ceftriaxona, a la guagua que casi envenenaron con claritromicina, casi casi me eliminan. Por fin un remanso en el que puedo recuperarme. Porque este cuerpecito en el que ahora habito, es el organismo de un médico. Y los imbéciles de esta especie no solo no toman medicamentos, además cuando son evaluados por sus colegas, normalmente ellos se equivocan.


EL JUICIO FINAL

En el centro de la luz, el Supremo Juez observaba la escena. Se juzgaba al gigante del norte, La gran balanza se fue llenando en el lado de las culpas con miríadas de pecados capitales. Afganistán Vietnam, Bagdad, Corea, con sus montañas de muertos inclinando la balanza hasta el suelo. Habiendo coronado el montón con Hiroshima y Nagasaki, los diligentes serafines que iban acumulando los males descansaron.

Entonces apareció un pequeño querubín. Se acercó a la balanza y colocó en el otro platillo una botella de Coca-Cola, de las antiguas (200 centímetros cúbicos)
Y la balanza se equilibró
¿Qué tiene que ver este cuento con médicos?
Nada, salvo que quien lo escribió es un médico Coca-Cola adicta


EL LORD

En la antigua Posta 3 de la calle Chacabuco había un auxiliar de aseo llamado El Lord. No porque fuera noble sino porque era “l'ordinario”. Acostumbraba meter la cabeza a la residencia de los médicos para anunciar el ingreso de pacientes, dando su propio diagnóstico. Una noche llegó un individuo con una esquirla en la córnea. El Lord se asomó y gritó “un cuerpo extraño en el BO (box)”. En el box vecino estaba un tuberculoso deforme, gibado, asimétrico (secuela de la cirugía torácica que se usaba en esos tiempos). Se bajó de la camilla y le lanzó un puñetazo al Lord
-A quén le decís cuerpo extraño, huevón-

CONFUSION

El doctor Jacob, obstetra, presentaba pacientes a los internos.
-Miren esta muchacha- dijo- Embarazada precoz, sin controles, 35 semanas de embarazo por FUR, ingresa en estas condiciones. Miren sus piernas. El aumento de la presión abdominal y seguramente la falta absoluta de cuidados y reposo, junto con la tendencia genética han provocado la dilatación de la safena interna, la pérdida de la función de las válvulas y como resultado muestra estas horribles várices.
-¿Cuales várices?- preguntó la paciente
-Esos borujones que tenís ahí pues mija- contestó el Dr. Jacob
-¡Naaaa!- dijo ella socarrona – si esa es la plata p’a la “locomoción”. Y sacó del calcetín un billete arrugado.

LA CONSECUENCIA DE LOS PACIENTES I

-Dígame señora – dijo el médico – ¿que cosa comió que le causó este dolor de estómago?
-Doctor, -contestó la mujer - no he comido nada desde hace tres días-.
-Pero hoy al desayuno, ¿comió el pan solo o le puso algo, mantequilla, algo más?- siguió inquiriendo
-Un pedacito así -(hizo un gesto con la mano mostrando medio geme) - de queso con una cucharadita de huevo, pero todo fresco- se lamentó la paciente
-¿Y anoche?-
-Una sopita de lentejas con una papita y un pedacito de carne a la plancha-
Después de esta explicación sobre el significado de la frase “no he comido nada desde hace tres días”, el doctor escribió su prescripción.
La mujer, un tanto angustiada, lo miraba escribir.
Cuando se acercó a la camilla le preguntó: -Dígame la verdad doctor ¿Me voy a morir?-
El médico le contestó: -No señora, no se va a morir-


Pasaron muchos años y en la sala de recepción del infierno, o del cielo, o del limbo, donde fuera, se encuentran dos recién llegados: el médico y la mujer, que por casualidad habían fallecido el mismo día.

Y la mujer, furiosa encara al médico:
-¿Cómo es la cosa doctor? ¿No me dijo que NO me iba a morir?-

LA VENGANZA

-Te ves muy bien- le dijo su mujer acariciándole la mejilla. –Que bueno que te cortaste el pelo-
-No seas tonta, no me van a evaluar por la pinta, sino por mi curriculum.-
-De todas maneras, estás mejor así. Ahora ándate y ¡suerte!- cerró la puerta detrás de él.

-Muy bien doctor…eeeh…..
-Pérez- contestó
-Ah, sí, doctor Pérez, así es que usted ha trabajado siempre en servicios de urgencias
-Así es señor alcalde, y en policlínicos-
-Perdone la pregunta pero ¿es usted militante de algún partido político?
-No, soy apolítico-
-Y ¿Tiene alguna recomendación, de alguna autoridad doctor Paredes?
-Solo mi currículum señor alcalde. Mi apellido es Pérez.
-Ah, bueno. Déjeme su curriculum y yo lo llamo
-Muchas gracias- salió sin darse cuenta que dejaba la puerta entreabierta
Sintió la risotada al interior de la oficina y el comentario hiriente dirigido a la secretaria
-Mira pues Ximena, ¿con que ropa quiere este pelotas que lo nombre director del consultorio? Feo, pobre y sin ningún contacto.

Unos años más tarde, el doctor Pérez se inclina sobre el cuerpo del accidentado que han traído los bomberos, sin signos vitales. Uno de los voluntarios dice:
-Dejó de respirar en la ambulancia, hace unos minutos-
El doctor Pérez intenta sacar un reflejo pupilar. Dudoso. De pronto reconoce las facciones; las personas acostadas son tan distintas de cuando están de pie.
-Es él –masculla mientras lo ausculta- Sin latidos cardíacos.
La paramédico que espera órdenes pregunta - ¿Aviso a los familiares, doctor?-
Y en los cinco segundos siguientes, como una presentación de Power Point las imágenes inundan al doctor Pérez, los sentimientos de humillación, de vergüenza, de rabia. Feo, pobre y para peor sin ningún contacto.
Entonces coloca sus dos manos sobre el tórax del señor alcalde y comienza la reanimación.

EL VIRUS QUE ATACÓ AL DOCTOR CONTRERAS

Dígame señora, ¿cuál es su problema?, dice el Dr. Contreras, mientras ordena las fichas sobre el escritorio.
¡Ay doctor!, se queja la paciente; tengo una alergia horrible aquí en la pierna.

Muéstreme, dice el doctor y se acerca a la mujer que se levanta el vestido hasta la cintura dejando ver una serie de lesiones rojizas, vesiculosas que invaden el glúteo y parte del muslo.

Esto no es una alergia, señora, dice el doctor con voz grave. Se trata de una enfermedad llamada herpes zoster, que es causada por un virus.

¡Ahí está!, exclama la paciente. Por culpa de mi nieto.

¿Porqué lo dice? Pregunta el doctor con las manos en los suspensores

El día antes que me apareciera esto me senté en la silla del escritorio de mi nieto, relata la mujer.

¿Y?

¿No se da cuenta?, el computador tenía el virus pues.

No fue la primera vez que el Dr. Contreras salió de la oficina atacado… de la risa.



Texto agregado el 28-10-2008, y leído por 113 visitantes. (0 votos)


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