Me voy, tengo que salir de acá. No puedo ver ese sol y quedarme encerrado en casa. Si fuera un día feo, gris, con frío y lluvia, no tendría problemas en vegetar tirado en el sofá. Pero no, está hermoso. Por la ventana veo a la gente pasar. Son muchos. Van y vienen. Se los ve cambiados. Están contentos, ya no caminan con la espalda encorvada como en invierno. Ahora sus miradas se dirigen al frente.
Vamos Cabeza, vamos que salimos - le digo al Cabeza. Y como siempre, olvido que él ya sabe que vamos a salir. No sé cómo lo hace, es como una intuición que tiene, algo animal. El Cabeza es así, se adelanta a la jugada. Con la comida pasa lo mismo. Cuando recién estoy pensando en darle de comer, él va y se para frente a su tarro. Increíble. A veces pienso que tiene poderes. El Cabeza te lee la mente.
Salimos del edificio. No tenemos un rumbo fijo, vamos a dar un paseo y ver con qué nos encontramos. Con el Cabeza hacemos eso, es como un acuerdo que tenemos. Cuando salimos juntos nos gusta dejarnos llevar, que algo o alguien decida por nosotros. Nos da lo mismo: “Si total el destino la marca uno”. El Cabeza dice eso, es como su máxima.
Espero a dar vuelta la esquina y prendo uno. El Cabeza me mira como diciendo “y yo?”, pero nunca le doy. No me gusta, le pega mal. Se pone paranoico y cree ver gatos por todas partes.
Hicimos bien en salir, es un día espectacular.
No parece haber tanta gente en la calle. Será que desde arriba se ve todo distinto? Cómo verá Dios?
Qué estarán haciendo mis amigos? Deben estar con sus mujeres e hijos. Y sí, ya no es lo mismo, un domingo de tarde en diciembre es difícil zafar. Los entiendo, los entiendo porque quiero entenderlos. Me podría poner pesado y llamarlos, recordarles que son unos viejos. Pero no, yo no soy así. Cada uno en la suya, con su vida. Cada uno sabe lo que quiere. Allá ellos, yo voy a aprovechar el tiempo que me queda.
No hicimos muchas cuadras, apenas cinco o seis, pero me cansé de caminar. Me voy a sentar en un banco de la plaza. Ojalá no haya muchos niños corriendo y gritando. Joden los niños.
Por suerte no hay nadie. Bueno, sí, hay una chica rubia sentada sola, fumando mientras toma sol. Es linda, parece. Todavía no estoy tan cerca como para afirmarlo. Además los lentes negros, que tienen una gran cantidad de ventajas, tienen la contra de no dejarme ver bien de lejos. Y eso que son americanos.
Me siento en un banco relativamente cercano a ella. Tanto que creo que me excedí. Igual ella ni me registra, no se inmutó, sigue en la suya. De acá la veo bien, ahora puedo afirmar con total propiedad que es linda, muy linda. Demasiado. No debe ser de acá.
Prendo un cigarro, el ruido del encendedor le llama la atención. Me mira, la miro, es… no puede ser… noooooo! Estamos todos locos… es… cómo se llama… Sarah Jessica Parker!
Jajajaja
Qué parecida es! Jajajaja Es igual a Sarah Jessica Parker. Es tremendamente parecida. Tiene que ser ella. Yo le pregunto, no pierdo nada.

- Disculpá, vos sos… eh… Sarah Jessica Parker?
- Sí
- Yo sabía! Y qué hacés acá?
- Fumo un cigarro
- Sí, sí, pero qué haces acá en Uruguay?
- Estoy filmando una película
- En serio? No sabía. Digo, no me enteré. Y dónde?
- En Treinta y Tres
- Lindo Treinta y Tres
- Conocés?
- No, pero vi fotos. Mi abuelo nació ahí, en Santa Clara del Olimar.
- Mirá vos…
- Che, y cómo se llama la película que estás filmando?
- “No todo lo que brilla es oro”
- Sí? Y de qué se trata? Cuál es tu papel?
- Hago de travesti búlgaro, un militar retirado que por las noches trabaja bailando en una disco de Miami.
- Qué bueno, no te imagino como travesti, debes ser el trava más lindo del mundo, jejejeje
- …
- Y quién más trabaja?
- Jackie Chan
- Uhhh… actorazo
- Sí, la verdad que sí, y muy buen compañero, también
- Y él, qué papel hace?
- Es el barman de la disco, el que se enamora de mi
- Vos hacés de travesti y Jackie Chan se enamora de vos?
- Sí
- Está bueno el guión. Y quién es el director?
- Malcolm-Jamal Warner
- No lo conozco
- El que hacía de Theo en el Show de Bill Cosby, te acordás?
- Tenés razón! Malcolm-Jamal Warner! Es director ahora?
- De los mejores. Un maestro.
- Quién lo hubiera dicho? Escuché que tuvo problemas con la ley. Puede ser?
- Drogas y zoofilia, sí, es una etapa de su vida de la que prefiere no hablar.
- Está bien. Pasado, pisado
- Exactamente
- Quién no se ha comido un seco, no?
- …
- Mirá vos… Sarah Jessica Parker… jajaja
- De qué te reís?
- No, de nada, es una locura estar hablando contigo en una plaza de Uruguay… Cabeza vení que te presento. El Cabeza, Sarah Jessica Parker; Sarah Jessica Parker, el Cabeza…
- Hola Cabeza, qué lindo sos…

Una camioneta blanca como la de Los Magníficos frena abruptamente frente a nosotros. De ella baja un personaje gordito que, a juzgar por los pantalones y el chaleco lleno de bolsillos, debe trabajar en una productora de cine. Viene corriendo, le dice algo al oído y se la lleva. Pará, pará, quiero decirle, pero no me sale nada. Arranca la camioneta y se van. Ahí quedo yo, sin entender, desorientado. Qué pasó? Por qué se la llevó así???
- Vamos Cabeza, vamos para casa.
Mientras camino de vuelta a casa repaso toda la charla y hay algo que no me cierra: Sarah Jessica Parker no habla español.