Soy demasiado haragán para ser escritor. Tengo ideas, pero me da pereza desarrollarlas. Por eso me hice publicista, para escribir cosas cortas. Me gusta ser publicista. Bueno, ser escritor me gustaría más, pero soy haragán. Siempre me pasa lo mismo, empiezo con mucha energía pero después de 15 minutos, me aburro. Y ya no escribo. Y pienso que escribir no es lo mío. Pero por otro lado tengo la necesidad de hacer algo artístico, digamos, y como no sé dibujar o tocar un instrumento, lo único que me queda es escribir.
Escribir es fácil, lo difícil es tener conducta para hacerlo.
Nunca entendí cómo hacen los escritores para desarrollar 300 páginas. Cómo no se aburren de la historia, cómo por la mitad no tienen ganas de contar otra cosa, cómo no les duele la espalda de estar tanto tiempo sentados!
En todos estos años descubrí que soy mucho mejor lector que escritor. A la lectura la manejo muy pero muy bien. Ya sea para mi o en voz alta. Aunque en voz alta no leo mucho, me da vergüenza.
Vergüenza también me da lo que escribo, me parece que a nadie le interesa lo que cuento, cuando cuento algo, porque generalmente no cuento nada, porque no escribo. Soy demasiado haragán para ser escritor.