Sé que me amas…
El silencio pasa musitando cerca de mi oído,
pasa cantando tu magia.
Esta lámpara bajo los rayos diáfanos de tus ojos,
y la tibieza angelical de tu sonrisa.
Esta mañana salida de la tormenta abre sus brazos,
para consolar lo que quedo sin cortar,
como el cordón umbilical que atravesó el tiempo.
Sé que me amas…
Los profundos recuerdo allá dentro,
en el susurro de las brisas que gritan tu nombre,
capturan ellos tu voz y como un eco lo lanzan a los siete vientos.
Sé que me guardas…
Podemos dialogarnos con luces apagadas,
con la frescura ángel de tu aliento,
tu aliento que me devuelve los años pasados,
y como una niña en tu regazo… me encantas.
En el silencio…te amo.
Acompáñame con tu ángel…
Sé que mis ojos se tornan húmedos divisando un sencillo tren,
desemboca en el sueño de mis ojos, ¿Estás tú en aquél andén?
Amigo sé que me lloras…
Unas manos santas tocan mis ansias y remueven mi ser,
no podemos sumergir las emociones y ahogarlas,
no podemos olvidar así que el Espíritu se movía sobre las aguas,
el oro destella de tu rostro, el metal no se resiste, así como yo ante ti.
Oh Padre esta casa ostenta tu Nombre…
Como pequeña en la manda revolotea mi infancia bajo tu sombra,
y el muelle vulnerable se quedó paralizado,
en el mismo lugar donde inscribiste mi nombre.
Yo jugaba a peinarme como la reina Ester,
pero al perderme en los claros ojos del amanecer,
me llamaste… ¡ven! Escribiste una hermosa carta en mí.
Como un libro abierto de canticos y poesía.
Señor de Señores…
Marcada estoy… llevo tu Nombre
©loammi
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