Sentado sobre la punta de mis deseos, dándole la espalda al presente y tratándome de acostar con mi pasado, reconciliar mi ayer con el mañana, regresando palabras a mi cabeza para que no salgan del olvido, esperando la lotería de la mala vida que otra vez cambió de domicilio… Marcelino sigue caminando por las mismas calles.
Conociendo sin viajar y viajo sin conocer, dejo pasar las buenas intenciones para no confundirlos con los malos pensamientos, tomando café despertando emociones, durmiendo con mi amiga que mañana será mi conocida y si Dios quiere un día de estos será mi enemiga, creo que soy de los favoritos de Él, inhalando y exhalando… Marcelino sigue bebiendo en los mismos bares.
Escuchando Calamaro para conocer, Cerati para comprender y Sabina para saber que hacer, extraño mi soledad, la cambié por menos de lo que me ha dado, dormitando entre regaños nuevamente en habitación, compro cáncer en papel arroz, cirrosis en vidrio y cielo en mujer… Marcelino sigue jugando los mismos juegos.
Observando caer los minutos sobre la piel antes húmeda, aprendí algo que mañana me será útil olvidar, hoy el futuro juega de imposible con palabras profanas, afuera sigue igual… Marcelino sigue durmiendo en la misma banca, buenas noches Marcelino. |