Te odio mi amor
Aquel día Lorelei lo había visto diferente no sabia que estaba sintiendo por el, ni porque sus ojos se hipnotizaban con su mirada, antes ella lo odiaba pero ahora ese odio había traspasado el límite a tal punto que se transformó en amor y ella no lo comprendía, había escuchado muchas veces que del odio al amor hay un paso pero esta vez lo estaba comprobando.

Ella una chica inteligente alta simpática, Adalberto su profesor un hombre diferente de los demás, con una inteligencia que emanaba seguridad en cada una de sus acciones su lenguaje era muy culto, dominaba las ingles, el francés y el latín además de ser músico amante del jazz.

Lorelei lo había odiado porque el, Adalberto era arrogante en sus tratos con ella, tenían diferentes puntos de vista y siempre estaban discutiendo parecía que ella miraba el mundo de colores y el solo miraba el mundo de amarillo, Adalberto la despreciaba al igual que ella a el.

Lorelei decidió que Adalberto tenía que ser suyo ella deseaba rescatar a ese hombre… A ese amor que había nacido del odio mas recóndito de su corazón, ella había descubierto algo dentro de el. Lorelei nunca fue una chica fácil tenía uno que otro pretendiente sin embargo ninguno cumplía con sus expectativas, su espíritu era muy noble y puro a pesar de que no lo aparentaba mucho, para ella el amor la inteligencia y la sabiduría iban de la mano como el sol y la luna en el éxtasis de la aurora, Adalberto tenía esas cualidades que tanto Lorelei anhelaba, ella se había dado cuenta a pesar de que Adalberto enrumbaba esas cualidades a la mas putrefacta contemplación de la vida, ella quería rescatar a ese demonio. Ángel caído de la mañana y salvarlo de la oscuridad del maligno, sacarlo de esa efímera puerquiza mundanal y desatarle las ligaduras que el tanto creía que amaba porque nadie antes le había enseñado que afuera el mundo era de colores y Lorelei decidió romperle las ligadura y abrir los ojos del alma de ese frágil ángel servidor del amo de los perdedores.

Lorelei meditó en cuanto a sus sentimientos, puso los pies en la tierra y las manos en la obra…fue a su estudio y decidió escribirle un email y expresarle sus sentimientos, sin embargo no creyó prudente decirle quien era porque ella tenía miedo de que el odio que se tenían los dos apague el amor que una fuerza desconocida estaba soplando, lo único que ella le dijo fue que al mirarla a los ojos el sabría quien es ella.

La siguiente mañana Lorelei estaba intrigada, se había arrepentido de haberle dado la pista. Pensaba que si su ángel demoníaco disfrazado de profesor la descubría podría hacerle alguna daño u ofenderla, porque ella no estaba segura de que él sintiera la misma pasión que en ella se estaba despertando, de todos modos debía seguir adelante ya se había embarcado.


Lorelei entró en la clase y se sentó esperó que el se acercara a mirar su trabajo, el se inclinó levemente y ella lo miró directamente, sus ojos y los de Adalberto se quedaron hipnotizados, una fuerza misteriosa se había transmitido, Adalberto la reconoció, sabía que ella lo amaba, pero su orgullo no le dejo ver mas allá, el creía que la oscuridad era el mayor de todos los deleites y que no necesitaba más, pero no era así Lorelei pensaba…. Es un ángel y no lo recuerda, pobre no se da ni cuenta que sus alas son tan fuertes que el mismo puede romper las ligaduras que lo atan si lo quisiera.

Después de revisar el trabajo de Lorelei y decirle unos cuantos eufemismos en cuanto a la mala calidad de su trabajo el se alejó sin percatarse que él lo odiaba más y que también lo amaba mas que nunca.

Lorelei siguió escribiéndole pequeñas líneas y el no le respondía, cada vez que lo miraba trataba de rescatarlo pero el no quería.

Ella iba terminar su curso y a graduarse de la Universidad, no vería más a su ángel caído, así que decidió acercarse y decirle todo por medio de un beso de amor apasionado que lo despierte y lo hago reaccionar.

Ese día llego Adalberto Lorelei se le acerco y lo miro a los ojos con el amor mas profundo que tenia, el también la miro y ante de que Lorelei siguiera se acercarse para besarlo el se fue y no volvió mas, decidió irse y perderla porque el ángel que le dio la mano llego muy tarde y el ya se había acostumbrado a su efímera puerquiza mundanal.