Como dicen en Córdoba: Alta gracia.
Pero y bueno ¿Que quieren hacerme decir,
para luego eliminarme cual vendedor de Efedrina, exaltándome con tanta incongruencia en el debido pensamiento? ¿Cuando se enteren en mi patria de que soy un espía de seguro estaré en otra playa disfrutando de un nuevo sol, adornado de una suculenta pensión de guerra?.
Pero por favor señores gobernantes! Se lo pedimos a coro, además solicitándolo con decoro,
sean eficientes en su manera de interpretar al mundo, porque si van a ocupar la silla de la presidenta con opiniones de cuarta,
más vale será necesario estudiar la lección del nuevo día, y no andar queriendo encarcelar al revelde para pasar inadvertidos.
Yo Ulises Daniel Óbregon tengo el hemisferio derecho del cerebro más grande, no quisiera que interpreten que estoy diciendo que soy el mejor del mundo, sino que es mayor que la otra parte.
Mirá, te cuento, les cuento, calculando que los lectores serán más de uno, soy un tipo muy inteligente, pero en política hay cosa que ni a palos las puedo entender. Porque en realidad son cosas que responden a intereses personales o de grupos,
que inventan respuestas que luego no se utilizan para ningún fin. Es como cuando uno pide prestado,
todo lo que antecede al mangaso es parte del mismo. Y luego de cumplido el objetivo,
ese discurso redentor, de seguro caerá como las torres Gemelas, o lo que es peor, se vuelve en contra del damnificado contribuyente pues el bolsillo es una boca abierta que ni a palos se conforma con lombrices, y entonces lo que pronunció el solicitante, ahora se cotizan como caricias de una gata profesional, por lo tanto, habrá que desembolsar para saldar la deuda del arancel de afecto correspondiente,
y encima soportar como cuando te estas orinando, los deseos de mandar toda la atención ofrecida al mismísimo infierno donde cumple su condena el emblemático diablo.
A ver. No entiendo cuál es la diferencia, entre que sea éste gobierno el que reestatice los medios y recursos, a que lo haga el siguiente.
No encuentro sentido, razón de ser,
a que la oposición, reniegue de las medidas de volver a pasar todo a manos del Estado.
Es evidente que luego de la experiencia "sufrida",
el pueblo desea que las cosas vuelvan a ser suyas,
y que por favor continúen siendo rentables,
¿Porque si otros ganan nosotros no? ¿Porque si al privado le fue rentable al Estado no?.
Ahora es el tiempo de transitar el camino del regreso, de quedarnos aquí por décadas,
que será lo que tarde en irsenos la decepción.
Pero habrá que ser eficientes, que es la principal razón, motivo, que depara éxito en lo económico;
sabido es que el empleado cuando trabaja para el Estado, es menos eficiente en el trato al cliente, que sería una de la claves de tantos fracasos de grandes iniciativas.
Algunos aseguran que es improbable que las empresas Estatales alguna vez vayan a dar genuinos dividendos, pues el mismo Estado:
debe de absorber la desocupación, derivar fondos (tapar agujeros) por lo tanto no pudiendo seguir el ritmo de los aumentos, lo que hace que el sueldo sea insuficiente para llegar a fin de mes,
que la gente trabaje a desgano disminuyendo la calidad del servicio.
Pero el orgullo estará mejor protegido estando solos en el mando... |