-DESDE EL ALMA-

¿Cómo amaestro mi natural instinto...
Y... sin racionalizar me aniño a sus designios...?
Si el rutilar de su algarabía en nada es distinto,
Al atavismo que sin disimulo ansío en mis delirios

Mi espíritu, ante tanta excelsitud, vive asaz...
esparciendo sonrisa con particular apetencia;
Y, asintiendo a los caprichos de mi niño vivaz;
Agradeciendo, así, tanto estímulo a mi vivencia,

Ya no tienes parámetros para tu innata libertad,
Juegas y entiendes la alegría que experimenta...
Todo aquel que está ligado a tu felicidad...
Corre, salta...disfruta de tu incólume vehemencia;

Sin duda, eres la causa... el inyector...
De nuevos bríos que conmueven mi esencia;
Aureola que irradia tu mística con todo fervor,
Dibujando estelas de vida para tu continencia.

Desde mi alma, fluye vital y candentes,
Melodías de amor que te pertenecen y debes guiar;

Pues eres el estímulo de todos mis deleites...
Ven palpitemos juntos la venida del nuevo zar...

Lo sé estás impacientes, por demostrarnos...
De como tu entrega, en amor y experiencia;
Será, para Alejo, la suave caricia de su hermano...
La misma que has recibido, con devoción y paciencia.