Quizás el día llego para quedarse,
Las noches interminables cesaron
Y el sol volvió a iluminar la habitación.
Porque a veces soy Dios y vos mi cordero
Porque a veces eres la luz y yo el iluminado
Y los tontos que creen que has cambiado,
Solo se enceguecen con tu piel y te dejan de lado.

Quizás el día llego para quedarse,
Y no hablo de días interminables,
Solo esas mañana relucientes llenas de amor.
Porque no soy Dios ni eres mi cordero,
Pero sigues siendo la luz y yo el iluminado,
Y sigo siendo el tonto que cree que has cambiado
Y no se da cuenta que eres la misma y te dejo de lado.

Quizás el día llego para quedarse, eso espero.