En verdad dueles como la rutina del gimnasio de los sábados, como la migraña que nunca tuve. como la cuenta de teléfono al final de setiembre como como las lentejas de los lunes, como los síntomas de apendicitis antes de un parto. Dueles y dueles más cuando no dueles, como en un duelo. Dueles como una patada en los testículos, como la resaca de mañana por la tarde, como la migraña que quisiera tener para que el dolor no sea tan fuerte.
Texto agregado el 21-10-2008, y leído por 92 visitantes. (2 votos)