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Hallazgo
1
En una carta el misterio resuelto.
Las claves para encontrar el retrete ancestral.
2
El centro –otra vez- no está en todas partes,
el agua servida o la servidumbre del agua.
3
Vieja dicotomía que atormentó
a sabios caballeros.
4
Con figurada posdata resumía:
no hay un abajo del desierto
aunque ahí lo encuentren.
Ontología
este agnosticismo visceral
perturbación ontológica
de objetos equilibristas
esta duda trágica que desvela
cuando la oscura habitación
no condice con el alba
este levantarme hacia los muertos
junto a la huella expurgada
entre el misticismo y la alucinación
ir siendo la espalda de mi propia nuca
Salir
de aquellos huesos
que se recomponían a oscuras
a la hora del despoblado
de la pareja envuelta
con un viejo sombrero de tela rota
el cráneo a medias y un ojo bizco
mirando con cariño una ventana
como el preso que ha encontrado el hueco
cuando le aguarda la ansiada huída
Caridad / 1
uno por uno
vas a ir donando tus órganos
al pueblo enfermo
falto de funciones
hasta que un corazón
solitario
latiendo en una lata de atún
ya no tendrá una lengua
que diga que si
Seis puntos tienen cara de gato
cuando una estrella
transmuta alegremente en árbol
y su brillo matinal se disuelve
como vitamina C en un vaso de agua
el tiempo se nubla
y la gente tira sus dados
Basta pero sobra
no hay bien
hay catedrales
cucharas de odio
niños de medio rostro
palomas mudas
semáforos mutilados
no hay belleza
hay porno zoo
jengibre de mar
retratos de tuercas oxidadas
autopistas con retazos de sangre
no hay mal
hay sopa de crucifijos
agujeros profundos
horas equívocas
no hay orden
para eso basta
la ciega visceral
que por cada hoja brillosa
hace nacer las cosas
El otro tiempo
A pesar del árbol deshuesado
vendiendo migas a los ilusos
algunos ignoran
que estamos caminando sostenidos de
palabras
angustias
hielos
adentro del bolsillo
de un viejo que nacerá mañana
El ojo
El ojo de dios
no es el ojo del huracán
porque dios
no tiene un ojo suyo
apenas una circunferencia de cristal
que mira perdidamente
El agua
hombre de pocas palabras
bebiendo el agua
donde camina sin zapatos
simulando
un simple levitar de pies
un ir hacia la nada
La mano partida
Pero si la simultaneidad
es el reverso más la otra hora
el niño que ya no vende sus rosas
el concreto que reforma una plaza
entonces salgamos a la calle
olvidando las llaves y los relojes
a mirar el cielo y su lluvia ausente
solos, de la mano partida de alguien
Calle
el corazón que rueda
entre los neumáticos
chorreando muerte sin representación
lógica
el semáforo daltónico
que los grita
los subterráneos que salen como peces de sus aguas
tan campantes
Caridad / 2
este poema
es una obra de caridad
una moneda para dios
el pobre del cielo
haroposo
huesudo
impotente
este poema
es una ropa usada
para él
un juguete roto
para
su
delirio
de
grandeza
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Texto agregado el 19-10-2008, y leído por 169
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