Yo confieso ante ti hasta ahora mi mas grande amor, y ante ustedes hermanos que me he entregado por completo, mucho diría yo, tanto de pensamiento, como de palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por tu culpa, por nuestra gran culpa.Por eso le ruego a la Luna que siempre guíe nuestros pasos, que nos ilumine como aquella nuestra primera noche virgen, a los ángeles,para que protegan nuestros cuerpos, templos sagrados que sólo nos pertenecen a ti y a mi, a los dos, pues los recibimos para no dejarlos ir. A los santos les ruego que no te alejes de mi camino, que no sueltes mi mano y me agarres cada vez más y más fuerte, que me sientas aún en mi ausencia, que me ames; y a ustedes hermanos, que intercedan por nosotros ante cualquier indicio de trabas en nuestro andar, pues el amor que hemos construido, será para nunca terminar.
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