- Sí, admito que mi matrimonio es un total fracaso... - Dijo, con una voz entrecortada mientras empalidecía ante la vejación de la que estaba siendo objeto -
Delante, sólo se veía una nuca de mujer hurgando ferozmente sobre aquel pubis, a la vez que pendiendo desde el techo su cuerpo oscilaba de un lado al otro...