Convoco a todas las fuerzas
a dejar de patearse la conciencia.
A exclamar viva Chile mierda
soltando el látigo de la arrogancia.
Convoco a todas las juntas de vecinos
a desatar los nudos del pensamiento.
Señoras y señores:
Les aviso que,
por si no lo sabían,
Nosotros tenemos los significados.

…

Señor a usted,
el que se levanta, acuesta , duerme siesta
el que se lava los dientes, corre por la calle
trabaja, trabaja, trabaja
Come , mira tele , y se levanta
y cuando tiene tiempo se acuerda de algo.
Usted,
si me tuviera enfrente
me hubiera mirado con ardor en los ojos
estampándome un garabato en el pecho
rojo de ira por el insulto cometido,
por la patria herida
y el símbolo emblema manchado.

Pero yo le digo a usted,
sí , a usted,
el mismo que va por la calle y pasa de largo,
no será mas insultante una patria
con niños estirando la mano.

¿Y cual es esa patria?
¿Chile, su emblema, sus próceres?
¿la autenticidad de sus tradiciones?
¿la vergüenza hacia nuestros pueblos autóctonos?
¿la copia feliz del edén?
donde decir edén
es lo mismo que decir gran potencia mundial.
Y no los culpo a ellos
culpo a nuestros ojos,
admiradores del poder,
como si fuéramos preadolescentes
y estuviésemos confundidos
en el caos de las nacionalidades,
y del consumismo,
con el hueco de la espiritualidad
pesándonos en los huesos
hasta volvernos depresivos,
apretando el gatillo
por el hecho del ser
aferrándonos como desesperados,
incluso a eso que llamamos patria
y que a veces recordamos los días domingos
en los actos de las plazoletas.