Viniste desde la lluvia, el fuego te armo en mi vientre. Te uniste a mí desde las entrañas hasta la piel .Una magia invisible te creo, apareciste en un sueño, para luego volverte realidad, una realidad tan hermosa que no alcancé a comprender. Te escribo desde esta incomprensión, desde el deslumbramiento de la vida, desde el sueño que bajo de las montañas y vino a quedarse aquí en mi vientre con olor a cielo. Un día inesperado un escalofrío recorrió mi piel, y fue tan inmenso que no hubo forma de detenerlo, un día mi corazón iluminó cada parte de mi ser y fue tan profundo que me estremeció completamente, ese día supe que el verdadero amor penetraba en mí , tan hondo que no existió forma de quitarlo, fue el día en que conocí a tu padre, el hombre que me hizo vibrar, el que dejo su mirada y su ser en mí, el que me abrió su alma y al que yo abracé con todo el amor que pude contener. De ese amor fuiste creada, naciste aquel día en que por primera vez lo ví y mi corazón lo retuvo, naciste el día que nos abrazamos y cada cual abrió su vida, naciste mucho antes de que te concibiéramos, desde que nuestras almas se unieron y comenzaron este viaje, desde que comenzamos juntos a elevarnos hacia las alturas y llegaste tú a acompañarnos en este vuelo infinito. |