Salí del claustro,
Desperté.
Vi la inmensidad poblada de lluvia,
neblina y frío.
Me trague el día, en un suspiro.
Volteé y no estabas allí,
Pero sí aquí.
Sonreí.
Esporas vibrantes se esparcen,
aguardando las tuyas.
Me resguardo en el vuelo.
Texto agregado el 17-10-2008, y leído por 133
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