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08-05-2004 |
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No creo posible que se pueda decidir bajar una cortina sobre el inconciente colectivo. Este cuento me hizo temblar y literalmente me senti enferma. Fuerte muy fuerte. Voy temblando a tu libro. NINIVE |
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07-05-2004 |
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si los personajes fueran demonios internos del mismo hombre y hubieran hecho lo mismo que en tu cuento, la historia se leeria diferente pero la reflexion seria la misma no crees? MAndril |
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07-05-2004 |
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me parece que el final de tu historia no esta a la altura de la narracion, que es lineal, pero con un estilo imperturbable MAndril |
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05-05-2004 |
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Excelente texto Alberto, se me ha erizado la piel ante lo salvaje, las imágenes son tremendas, me he metido en ellas y me sentí testigo mudo de toda la bestialidad. El final es tremendo, un remate que pega fuerte a las ideas actuales, una verdad que atraviesa el cerebro y lo hiere de realidad palpable. Excelente! Un beso. MCavalieri |
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05-05-2004 |
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Un texto que narra con firmeza hechos que están , que fueron y serán. Al igual que dice Gaby, estuve ahí, lo sentí, lo olí, me conmoví ante el dolor y sufrí por los hijos. La brutalidad de siempre, antes fueron los golpes, hoy es más sofisticado. Es muy representativo eso de haberse devorado a los más débiles, siempre ha sido así. Una narración impecable, pero que nos trae una reflexión, ese dios, ese omnipotente, ese todopoderoso que hizo lo mismo con "su" hijo y con ´Judas y con la humanidad entera, porque nacimos con el pecado original...aaaaaaahhh, me revelo, me disgusta...cuál amor, seguimos como dicen las últimas líneas, en medio, buscando...y sólo encuentro las letras, las manos amigas, y me da por creerme dios y mirarlos a todos como tales, claro que hay demonios dioses, pero dioses...Estrellas pa'iluminar esta búsqueda que nos trajo con esta historia tan cierta. FaTaMoRgAnA |
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